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Nunca hubiéramos imaginado que viviríamos la situación actual que estamos viviendo, es más, si alguien nos hubiese contado que esto pasaría, lo hubiéramos considerado una persona no muy cabal. Aquí estamos, recluidos en nuestros hogares. Algunos disfrutan del aislamiento en solitario, y otros lo hacen en familia. Las familias que tenemos bebés, niños o adolescentes en casa, intentamos mantener las rutinas y agudizamos la creatividad para hacer que esta estancia en familia sea más dinámica, divertida. El tiempo en casa es una gran oportunidad para disfrutar con nuestros hijos. En cambio, los padres que nunca han jugado con sus hijos, lo ven como una maldición o no se sienten cómodos, creando así una energía hostil en el hogar que sienten los niños y los adultos. Una situación que también afecta a las relaciones de pareja.
Adquirimos la responsabilidad para que las rutinas de estudio y aprendizaje de nuestros hijos cumplan con lo marcado por sus colegios, lo que nos provoca desesperación. Esto nos hace darnos cuenta de la poca paciencia que tenemos y los pocos conocimientos que podemos enseñar a nuestros hijos, motivos que afectan nuevamente a la situación general de la familia. Nuestros hábitos generales se desestabilizan, los niños generan más energía de la que consumen y eso hace que estén más irascibles, espitosos o, incluso, más activos de lo normal, generando más queja, llanto e inconformismo. Los ciclos de sueño también se ven alterados por el desajuste horario en sus pautas habituales, al igual que su nivel de actividad, pudiendo afectar, de nuevo, a toda la familia. La soledad, añoranza y deseo de libertad los reprime y entristece, creando estados de ansiedad profundos que pueden dar la cara con pérdidas de control u ocultarse tras una máscara que después somatizará en su cuerpo.
Y entonces llegan los lamentos de los adultos, nuestra desesperación, nos falta de aire y necesitamos gritar por la ventana. Ahí, aparece nuestra frase de poder que suena y resuena como una campana en todos los hogares… ¡Qué ganas tengo de que todo esto pase para volver a la normalidad! Es en este momento cuando caemos en esa profunda trampa que nuestra mente va tejiendo poco a poco durante todos estos días. No somos conscientes de que no volveremos jamás a la normalidad, porque nada volverá a ser como antes. Ni mejor ni peor, simplemente será diferente.
Nuestros niños están creciendo y viviendo una experiencia que es totalmente nueva para ellos, y también para nosotros. Por lo tanto, su aprendizaje será igual de impactante que el nuestro, tendrán que adaptarse al cambio y a la forma de adaptación a esta nueva vida. Es en ese momento tan importante en el que necesitaremos de una ayuda extra en nuestros hogares para poder ayudar a nuestros niños. Algunos niños llegarán a tener una integración más fácil que otros, pero en mayor o menor medida, todos necesitarán una atención delicada y una escucha activa profunda.
Por estos motivos, sentimos la necesidad de contarte todos los beneficios que tienen las flores de Bach en esta situación. Puedes integrarlas en tu botiquín como un remedio para la mente, cuerpo y alma de nuestros niños.
¿Qué son las flores de Bach?
Las esencias florales son preparados naturales de flores silvestres cuyas propiedades terapéuticas fueron descubiertas por Edward Bach, médico bacteriólogo y homeópata inglés entre los años 1928 y 1936. Impregnan nuestros cuerpos sutiles lentamente elevando la vibración energética de aquellas emociones bajas y causantes del desequilibrio emocional, facilitando la auto observación y toma de conciencia del paciente a los estados emocionales “nocivos” para su salud. La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda su uso desde el año 1977 a los Estados que la componen.
Se trata en la actualidad de uno de los sistemas de curación alternativa más usado en América y Europa. No presenta contraindicaciones ni efectos secundarios, haciendo de ellas un complemento ideal para el uso familiar y en especial de los niños, son económicas y compatibles con cualquier otro tipo de medicación.
¿Cómo puedo utilizar las flores y dárselas a los niños?
Las flores de Bach no son necesarias en todo momento, no hay que dar un remedio a un niño feliz y contento simplemente porque su personalidad se ajusta a la descripción. Los remedios no alterarán la constitución básica del niño, sino que traerán consigo un retorno al equilibrio natural del niño.
Hay que tener en cuenta que los niños van a reaccionar más rápidamente que los adultos porque su equilibrio interior se desarrolla mucho antes y con mayor facilidad. Los niños son frescos y nuevos a este mundo de experiencia. En realidad, son ese bulbo de la cebolla que con los años iremos poniendo capas según vayan creciendo y según las circunstancias que les haya tocado vivir. Por eso, es importante que cuando las circunstancias nos permitan volver a vivir en libertad y adaptarnos a la nueva vida, el niño pueda gestionar el cambio sin vivir ningún tipo de crisis emocional que haga que esas capas de la cebolla se instalen definitivamente.
¿Cómo puedo usar las flores si no tengo formación?
Uno de los legados que dejó el Doctor Bach fue la intención de que el conocimiento de las flores y sus propiedades curativas llegaran a todas las personas de una manera sencilla y directa para que pudieran hacer uso de ellas a nivel personal.
Existen profesionales cualificados para abordar terapia floral y gestión emocional para adultos, niños y animales. Te recomendamos que asistas a estos profesionales siempre que creas que existe un problema arraigado o profundo que requiera conocimiento y profesionalidad.
También puedes realizar un aprendizaje de forma sencilla para tratar a tus niños en casa con tu botiquín personal. Para ello tienes que realizar un taller básico donde recibirás toda la información importante y necesaria para la gestión emocional, somatizaciones leves de conducta o algún dolor o malestar ocasionado por alguna emoción no resuelta.
¿Cómo ayudarán las flores a los niños?
A la hora de escoger flores para un niño es importante que tomemos en cuenta lo que dicen, cómo se comportan, cómo se mezclan con otros niños, cómo interactúan con los adultos y cómo juegan. Debemos valorar su estado de ánimo y personalidad, sobre todo en los aspectos negativos, pues ese desequilibrio comenzará a afectarle a su comportamiento normal. Por ejemplo, en los bebés lo percibimos en el modo de llorar, de moverse, de sostener su cabeza o de responder a lo que ven u oyen.
A veces los períodos, experiencias y situaciones problemáticas y difíciles, en vez de ayudar al desarrollo emocional del niño, pueden obstaculizar su progreso volviendo al niño más temeroso, retraído o infeliz.
Las flores de Bach están para ayudar a alcanzar al niño por sí mismo ese delicado equilibrio y son el combustible para la mente como el alimento para el cuerpo.
¿De qué manera puedo usar las flores de Bach en los niños?
Las flores de Bach podrás usarlas con un bebé recién nacido, con niños y adolescentes.
Te detallo algunos de los aspectos donde podrás aplicar flores, con simplemente realizar un taller para adultos de ‘flores de Bach para niños’.
Usarás remedios para los estados de ánimo que sientas que no están en armonía, te ayudarán a esa etapa de los desafíos de los niños, límites, autoridad, disciplina o su desarrollo social. No olvidemos que el niño está en constante cambio y evolución y con ello trae una transformación grande y repentina. Podremos aplicarlo en la salud y enfermedad, su tripita, subida de defensas, los dientes o la neurosis. Nos ayudarán como complementos en niños con necesidades especiales como: hiperactividad, déficit de atención o asertividad. Nos ayudarán a mejorar la falta de comunicación, empatía, miedos, fobias y a seguir creciendo en la etapa de la pubertad, la aceptación corporal, la menstruación, sexualidad, amor y el comportamiento en la adolescencia.
Podrás tener presente las flores de Bach en todo el proceso. Si te gustan, descubrirás una mágica herramienta, sencilla, inocua, apta para todo el mundo y sin contradicciones. Quién sabe si quizá te animes a estudiar la formación completa y hacer de esto una forma de vida.
Teresa
Muy interesante, y me animo ha realizar el curso para ayudar a mis hijos en este periodo tan difícil de aceptación de las nuevas rutinas
artereiki
Nos alegra leer tu iniciativa y te damos las gracias, la experiencia seguro sera muy positiva y de gran ayuda para tu hogar. Feliz Presente
Fátima Alvarado
Además de la flores de Bach existen otras que pueden ser de mucha utilidad. Existen esencias florales de Australia, California, Argentina, Elixires Aztecas, flores de Xochimilco, entre otros
artereiki
Claro que si. Fatima. Pero en Arte Reiki trabajamos las Flores de Bach , por eso hablamos de ellas en concreto.